7 trucos para limpiar trofeos de plata

Si se te da bien algún deporte y tienes varios trofeos de plata o tienes alguno en concreto que valoras mucho y quieres mantenerlo en óptimas condiciones es fundamental tener en cuenta cómo debes limpiar este tipo de trofeos para no dañarlos y dejarlos relucientes. A continuación te contamos los mejores trucos y recomendaciones para limpiar trofeos de plata con las mejores garantías.

Bicarbonato sódico

La primera de las recomendaciones de los expertos para limpiar trofeos de plata pasa por utilizar bicarbonato sódico. El bicarbonato es una gran alternativa para limpiar la plata porque le ayuda a recuperar su brillo y su color eliminando las zonas oscuras. Con el bicarbonato la plata recupera su aspecto y colores originales. Para ello se debe frotar bien el trofeo con bicarbonato usando una tela de algodón suave para no rallarlo. Puedes mezclar el bicarbonato con agua caliente y añadir un chorro de vinagre para conseguir dejar tus trofeos como nuevos de forma sencilla.

Una mano de pintura

Por otro lado, como nos explican los expertos de TrofeosNumeroUno.com, una buena alternativa para repasar tus trofeos tras limpiarlos con bicarbonato si están oxidados y quieres recuperar su antigua vida es darles una mano de pintura. Antes de eso prueba a limpiar su superficie con un buen desoxidante ya que en muchos casos será suficiente para dejar los trofeos como nuevos.

Productos especializados

Otra de las mejores alternativas que puedes usar para limpiar trofeos de plata son los productos especializados para este tipo de materiales. Puedes encontrarlos en las tiendas especializadas en artículos como las placas, las copas, las medallas y los trofeos. Este tipo de productos de limpieza te ayudarán a limpiar y mantener en óptimas condiciones todos tus artículos de forma sencilla.

Con pasta de dientes

También puedes limpiar todos tus trofeos de plata usando pasta de dientes. La pasta de dientes debe ser siempre blanca y con base de bicarbonato. Mejor descarta las pastas para sarro o blanqueantes porque pueden llegar a dañar los trofeos de plata. Para limpiar tus trofeos con la pasta de dientes simplemente tendrás que untar bien las copas y limpiarlas usando un paño húmedo con micro fibra y un cepillo suave. Lo normal es que el paño se haga bastante negro, con lo que tendrás que ir enjuagándolo para conseguir la limpieza perfecta de tus trofeos.

Con limón y sal

Si eres más de remedios naturales puedes aplicar todas las propiedades de la sal y del limón en la limpieza de tus trofeos de plata. Para ello debes coger el limón, cortarlo por la mitad y cubrirlo con sal. Después frota el limón por todos tus objetos de plata para dejarlos bien relucientes. Es importante que insistas frotando bien para que el limón pueda impregnar la sal y conseguir de esta manera un completo efecto exfoliante que elimine las partes negras de los elementos de plata. Al terminar enjuaga y limpia bien toda la mezcla usando un paño de micro fibra húmedo.

Con piel de plátano

Por sorprendente que te pueda parecer también es posible limpiar tus trofeos de plata utilizando la piel de un plátano. Esto funciona porque el plátano tiene elementos activos muy interesantes para conseguir limpiar toda la suciedad de los objetos metálicos. Simplemente tendrás que frotar la piel del plátano por dentro con tus trofeos para dejarlos como nuevos. Te recomendamos guardar varias pieles de plátano para conseguir aplicar este truco de forma mucho más eficiente aprovechando todas las propiedades del plátano y no dejar la limpieza de tus trofeos a medias.

Con sal y papel de aluminio

Por último, otra idea muy chula para limpiar la plata pasa por utilizar sal y papel de aluminio. Se trata del método ideal para limpiar todo tipo de objetos de plata. Para ello simplemente vas a tener que coger un cubo en el que quepa el trofeo y cubrirlo con papel de aluminio. Después añade agua caliente y una cucharada de sal. Introduce el trofeo dentro y déjalo unos diez minutos sumergido bajo el agua. Finalmente frota todo el trofeo utilizando un paño bien limpio y seco. Si no te crees que este método pueda funcionar te explicamos que sí lo hace debido a que el aluminio atrae al máximo las partículas metálicas que ponen negra la plata. De esta forma, la sal y el agua caliente son la mejor opción para despegarlas.

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