¿Quién paga la limpieza en un piso de alquiler?

Una de las preguntas más comunes cuando finaliza un contrato de alquiler es a quién le corresponde la limpieza del piso. Algunas personas dicen que al propietario y otras al inquilino, el cual debe dejar la vivienda en buenas condiciones. Pero como todavía sigue habiendo muchas dudas respecto al tema, vamos a mostrar a quién corresponde realmente la limpieza del piso de alquiler.

Devolución de la vivienda

El inquilino una vez que acaba el contrato de alquiler tiene la obligación de devolver la vivienda en un buen estado de conservación. Eso significa que el inquilino tiene que cuidar la vivienda para devolverla tal y como la encontró. 

En este caso, algunas personas dicen que la vivienda debe entregarse limpia, mientras que otras comentan que solo es necesario devolverla en buen estado, es decir, no hay que entregarla super limpia. 

De igual manera, el inquilino tiene que dejar la vivienda con todas las cuotas mensuales pagadas hasta el momento de acabar el contrato. En este caso, los propietarios siempre suelen contratar el servicio de garantía temporal de SEAG a través del cual se aseguran que la cuota la van a cobrar siempre. Es una empresa seria que garantiza el cobro, de aquí que merezca la pena pagar un pequeño porcentaje a cambio de disfrutar de la seguridad. Eso sí, es importante mencionar que SEAG no solo trabaja en alquileres temporales, también en alquileres tradicionales. Es la mejor opción para alquilar de una manera segura.

¿Quién debe hacerse cargo de la limpieza de la vivienda?

En primer lugar, la vivienda siempre tiene que tener un nivel de higiene mínimo, lo que significa que en principio la vivienda no debería ser entregada con demasiada suciedad. Lo malo es que en ocasiones el inquilino ensucia la vivienda de mala fe. Sobre todo, cuando su objetivo es quedarse en la vivienda, pero el propietario no se lo permite por diferentes motivos.

Cuando la suciedad es normal, el propietario tampoco puede decir nada al inquilino porque la suciedad no es excesiva. Eso significa que el propietario tiene que hacer una limpieza a fondo, tanto si quiere usar la vivienda como si la quiere volver a alquilar. En ese caso, el arrendador deberá hacer la limpieza. En ocasiones, una mano de pintura se presenta como una buena opción para limpiar la casa y dejarla apta para los siguientes inquilinos. Recuerda, la higiene es fundamental. 

Es importante destacar que la jurisprudencia dice que la limpieza no es una pequeña reparación. Hay que tener este dato porque se puede usar a la hora de alquilar.

¿Quién debe limpiar si hay demasiada suciedad?

Como hemos comentado anteriormente, en ocasiones el nivel de higiene de la familia no es grande y en otras ocasiones la vivienda se ensucia para que el propietario tenga que limpiarla. Y es que, aunque pueda parecer lo contrario, en ocasiones la suciedad puede llegar a ser preocupante, poniendo incluso en problemas al propio propietario el cual no sabe cómo afrontar el problema.

En el caso de que la suciedad no sea normal, sino que sea excesiva a nivel de “cochino” entonces la limpieza es imputable al inquilino. Eso se debe a que se considera que la vivienda ha sido abandonada o que dicha suciedad ha sido provocada.

¿Hay cláusulas que regulen el tema de la limpieza?

Eso depende del contrato que se haya firmado. Algunos contratos de alquiler son bastante sencillos y en consecuencia no se incluye esa cláusula, pero en otros más completos sí que se incluye.

En el caso de que la cláusula se incluya, entonces salir de dudas será muy fácil. Normalmente cuando la misma está incluida en el contrato suele obligar al inquilino a entregar la vivienda limpia, o al menos con la suciedad mínima. Eso significa que en caso de que la suciedad sea amplia, el inquilino tendrá que limpiarla o correr con los gastos de la limpieza. 

¿Qué pasa si no hay acuerdo entre las partes?

De manera resumida, se puede decir que en principio si la suciedad es la justa de un uso normal, entonces el casero debería ser la parte que debería hacer frente a la limpieza. 

En el caso de que la suciedad sea excesiva, es decir, por encima de lo normal, entonces sí que el coste de la limpieza debería ir ligado al inquilino que ha provocado esa suciedad. Y es que la vivienda se alquila para ser cuidada, no para abandonarla o estropearla a última hora para provocar daños al propietario. 

Recuerda, lo mejor es que en el propio contrato haya una cláusula en la cual se indique quién se deberá hacer cargo de la posible suciedad. Es importante dejarlo todo claro para evitar problemas a la hora de finalizar el contrato. Y es que siempre sucede lo mismo, al principio todo va bien, pero cuando se acaba, los enfrentamientos suelen ser comunes. Para evitarlo, hay que dejarlo todo bien arreglado desde la firma. Así se elimina la subjetividad y ambas partes sabrán quién de las dos partes debe hacer frente a esa limpieza.

En ocasiones el problema puede ascender a nivel judicial. Cuando la suciedad es demasiado grande y la limpieza supone un gasto elevado, entonces se puede llevar a nivel judicial. Y es que el juicio es una herramienta que dictamina que parte es la que realmente debe pagar.

Contar con un buen servicio de asesoría legal te ayudará a saber si tienes opciones de ganar o no. Y es que todo depende de cada caso. Los casos más leves no suelen interesar llevarlos a juicio, en cambio los más complejos y caros si puede ser una buena idea denunciarlos. Cada uno tiene que defender sus derechos, aunque sea a través de la vía judicial. 

Total: 0. Votos: 0
Comparte con tus amigos
Share on Facebook
Facebook
Pin on Pinterest
Pinterest
Tweet about this on Twitter
Twitter
Email this to someone
email